Rapel con mucho viento

La técnica de rapel, es generalmente una de las asignaturas pendientes de los escaladores, a pesar de ser una de las mas peligrosas y causante de muchos accidentes. En el siguiente artículo analizaremos cómo rapelar en condiciones climatológicas adversas.

Situación típica: tras haber completado la ascensión, nos disponemos a rapelar la vía. Si hay mucho viento, el simple hecho de lanzar las cuerdas hacia abajo sin que se enreden, atasquen, o acaben encajadas es toda una odisea. Lanzarlas correctamente suele ser imposible, perdemos mucho tiempo y además existe el riesgo de que se atasquen y no podamos recuperarlas. Si esto ocurre, perdidos en la pared, en medio de una tormenta, y sin posibilidad de recuperar las cuerdas, la situación puede ser realmente angustiosa.

Podemos evitar todo esto con un par de trucos que todo alpinista debería conocer.

Lo primero será fijar el extremo de una de las cuerdas a la instalación de rapel. Si queremos podemos tener las dos cuerdas ya unidas, para ahorrar tiempo, pero una de las dos la fijaremos de forma independiente. Rapelaremos de ésta cuerda de forma normal, con la salvedad de que en vez de soltarla pared abajo, la llevaremos recogida en la mochila (figura 1) o en su defecto recogida en aros y atada al arnés (figura 2) o incluso en bucles sobre los hombros. Es importante no olvidar hacer el nudo de retención al final de la cuerda de rapel. Iremos soltando la cuerda justa según la vayamos necesitando.

Nos encordaremos al extremo libre de la otra cuerda, y a medida que bajemos, irá bajando con nosotros, evitando también tener que tirarla de golpe. Nuestro compañero aprovechará para asegurarnos por la segunda cuerda, no olvidemos que estamos rapelando por una sola, con el claro peligro que esto entraña. (figura 1)
Conseguimos así un doble propósito; que la segunda cuerda baje sin enredos y estar asegurados en todo momento.Cuando el primero haya llegado a la reunión, teniendo cuidado de no soltar las cuerdas para que no se vayan volando, el segundo puede bajar de forma convencional, poniendo mucha atención a donde queda colocado el nudo, intentando salvar posibles grietas o estrechamientos de la roca donde pudieran quedarse las cuerdas atascadas al tirar de ellas para recuperarlas.

El primero vigilará las cuerdas y, de paso asegura el rapel del compañero. A la hora de tirar de las cuerdas para recuperarlas, sólo queda esperar haber hecho todo bien y tener suerte en que no se atasquen…

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