Piolet, aspectos técnicos

Un poco de historia

El piolet es sin duda la herramienta más reconocible del alpinista. Durante años, ha servido de apoyo y seguro en miles de ascensiones y escaldas de todo tipo, desde las hazañas de los pioneros y sus primeras ascensiones, hasta las modernas competiciones de la actualidad sobre estructuras artificiales.
Pero además de una herramienta, el piolet se ha convertido en un icono, fácilmente reconocible incluso por los ajenos al mundo de la montaña. Aún así, hoy en día sigue existiendo un notable desconocimiento acerca de sus características, y sobre todo de su uso correcto en maniobras de autodetención.
La evolución del piolet desde los arcaicos modelos de madera que sobrepasaban la altura del usuario, hasta las modernas herramientas de dry-tooling de hoy ha sido abismal. La clasificación mas importante la encontramos entre los piolets de marcha, y los de tracción.

Piolets de marcha y piolets de tracción.

Los piolets de marcha son herramientas ideadas para ayudarse en la subida a modo de bastón y para servir de seguro ante una posible caída. También se los denomina piolets de randonée o de excursionismo. Suelen tener una longitud de 60 cm, medida ideal para usar de apoyo al subir pendientes moderadas.

Los piolets de tracción, en cambio, suelen ser mas cortos, ya que su utilización es totalmente diferente. Se usan a modo de hacha, agarrándolos del regatón y su finalidad es clavar en el hielo para poder progresar en paredes mas o menos verticales.
Es por esto que su forma difiere en la de los piolets de marcha en varios aspectos. Para empezar, son mas cortos ya que no es necesario su uso como bastón. La medida estandar suele ser 50 cm.

La hoja, y éste quizá sea el aspecto mas diferenciador, es curva, también conocida como hoja banana. La particular curvatura de la hoja facilita la introducción en el hielo pero, sobre todo, dificulta la extracción al traccionar del piolet. Simond fue la primera casa en introducir la hoja curvada con su modelo Chacal, en 1975. Desde entonces hasta hoy, la evolución ha sido rápida y sorprendente, incluyendo algunas ideas de poco éxito, como la poco conocida hoja tubular.
El mango o regatón suele presentar en los modelos más técnicos una curvatura característica, pensada para no golpearse los nudillos contra la pared a la hora de golpear.
Por contra, ésto tiene el inconveniente de que no son nada eficaces si tenemos que usarlos como piolets clásicos, ya que el mango curvado no nos permite apoyar el regatón en el hielo como deberíamos. Cada herramienta está diseñada para un fin concreto.

¿Hacia el futuro?…

El exponente mas claro de esto último son los llamados piolets de competición o de dry tooling. El dry tooling consiste en subir ayudándose de piolets y crampones por paredes de roca generalmente extraplomadas en busca de columnas de hielo que cuelgan a varios metros de altura. Éste era, al menos, el planteamiento original. Hoy en día se escalan vías de roca -incluso en rocódromos- sin ninguna intención de alcanzar el hielo, tan sólo por desarrollar la parte atlética de la escalada en roca con piolets. Se han desarrollado técnicas y movimientos específicos de dry tooling que no se ven en ningún tipo de escalada «tradicional»
Por supuesto, los piolets para uso «en seco» son tan específicos de ésta modalidad que sería inviable su utilización en alpinismo clásico.

Se caracterizan principalmente por su extraña forma, fruto de sucesivos diseños para permitir al escalador tener las máximas posibilidades de agarre,y , en algunos casos, por la total ausencia de elementos que cualquier piolet alpino posee, como son la pala o la maza y el regatón. Es evidente que en escalada de competición ni la pala ni el regatón sirven para nada por lo que se han eliminado del conjunto para evitar pesos innecesarios.
Todo esto hace de los piolets de competición unas extrañas y futuristas herramientas a los ojos de los profanos a este deporte.

Por eso, nos parece interesante recordar que no se trata tanto de elegir el mejor piolet, o el modelo mas moderno, sino tener la capacidad de seleccionar aquella herramienta que mejor se adapte al tipo de alpinismo que vayamos a practicar.

Y tan importante como elegir bien el piolet es conocer su correcto funcionamiento y conocer y dominar las técnicas de autodetención que, sorprendentemente, muchos montañeros desconocen totalmente, a pesar de lucir sus flamantes modelos en las palas de nieve de los pirineos cada año.
Sobre todo ahora que la temporada se acerca, conviene tener en cuenta éste sencillo consejo para evitar los sustos y accidentes que, desgraciadamente todos los años ocurren.

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